jueves, 23 de junio de 2011

Recibo a Cristo en mi corazón





Historia de la Biblia:

Hechos 9:1-19

En este capítulo del libro de Hechos, vemos la historia de Saulo que más adelante Dios le cambia el nombre por Pablo. Este hombre no quería a los cristianos y los perseguía para matarlos.

En uno de sus viajes, Pablo se vio rodeado repentinamente por un resplandor de luz del cielo, el cayo en tierra y pudo oír una voz que lo llamaba por su nombre: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?, El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues?, Saulo muy temeros le dijo: ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Saulo se levanto y abriendo los ojos no veía nada, así que lo llevaron de la mano hasta Damasco, donde estuvo tres días sin ver. El Señor por otro lado le habló a Ananías para que fuera en busca de Saulo, orara por él y fuera sano, al momento de la oración, cayeron de los ojos como escamas y recibió la vista al instante, después de este momento, la vida de Saulo cambio y dejo de perseguir a los cristianos y dedico el resto de su vida a predicar el evangelio donde el Señor lo enviara.

Lea la historia y cuente a los niños usando el dibujo.


Pasaje:

“Así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados...” Hechos 3:19


Aplicación:

Pablo era una persona muy mala, perseguía a los cristianos para matarlos, pero aún así Dios tenía un propósito para él. No importa que sea lo que hayamos hecho Dios siempre espera por nosotros. Debemos entregarnos a Cristo, recibirlo en nuestro corazón y arrepentirnos de nuestros pecados.

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