martes, 24 de agosto de 2010

Sanando mi corazón

Las heridas que causan algunas situaciones por las que pasamos, causan grandes problemas en las personas conforme estas van creciendo, descubrirlas y tratarlas a tiempo es muy importante para cortar y sanar de corazón cada una de esas heridas.


Los niños no escapan de estas cosas, ya que en esta etapa de la vida, es posible que muchas de las cosas que se pasan o se dicen causen temores, raíces, rencores o heridas que estarán dentro de cada niño y seguirán hasta que sea adulto. Por esta razón es importante que nuestros niños conozcan algunos de estos problemas y aprendan que causan y como se pueden librar de estas ataduras para que sus corazones estén libres y listos para servirle a Dios como El se lo merece, sin nada que nos estorbe.


Cuando le servimos a Dios, nuestro corazón, alma, mente y en fin toda nuestra vida debe estar limpia, y no dar al diablo la oportunidad de utilizar alguna de estas heridas para empezar a trabajar y hacernos caer en un abismo del cual muchas veces no podemos salir.

Perdonar es importante, es la puerta que podemos utilizar para librarnos de cada herida, temor o amargura que nos afecte, expliquemos a los niños la importancia de librarnos de todo esto y démosle la oportunidad de ser niños libres y de llegar a ser mejores adultos y siervos de Dios.

Los discipulos de Jesús

Cuando Jesús estuvo en la tierra, escogió y preparo a un grupo de hombres, a los que después de su muerte daría instrucciones para seguir llevando la palabra de Dios por el mundo. Cada uno de estos hombres tiene muchos que enseñarnos, ya que son hombres comunes y corrientes, hombres que a simple vista no tenían nada especial que Jesús pudiera ver para elegirlos. Pero Dios es un Dios bueno y El ve algo maravilloso donde nadie lo puede ver.

Durante el desarrollo de este tema, estudiaremos a cada uno de estos hombres, quienes eran y que hicieron. Podremos conocer más acerca de este grupo de hombres que sirvieron a Dios, nos daremos cuenta que estos hombres tenían sus defectos y esto no impidió que llegaran a ser en su gran mayoría grandes siervos de Dios, lo que hicieron fue disponerse a ser formados por la manos del maestro y dejaron que el mismo Jesús se encargará de pulirlos.

No debemos pensar nunca que por los defectos que tengamos no podremos servirle, El se encarga de pulirnos, solo debemos dejarnos moldear y El hará una gran persona de alguien en donde talvez nadie ve nada. Cada niño tiene el potencial y el propósito de servirle, la vida de cada uno de estos hombres, enseñará algo a nuestras vidas.

jueves, 19 de agosto de 2010


Material para escuela Dominical

"Maestros de la palabra a los 12 años"

Para más informes:

ninos@bendeicionparalasnaciones.org