viernes, 9 de agosto de 2013

Actividades a realizar con el niño hiperactivo:



  1. Ejercicios para el desarrollo de capacidades físicas.

    a) Ejercicios para desarrollar las capacidades físicas condicionales:
    • Fuerza.
    • Rapidez.
    • Resistencia.
b) Ejercicios para desarrollar las capacidades físicas coordinativas:
    • Equilibrio.
    • Coordinación.
    • Ritmo.
    • Orientación Espacial.
c) Ejercicios para el desarrollo de la Motricidad Fina.
d) Ejercicios Respiratorios.
e) Ejercicios para desarrollar la Concentración de la Atención.
f) Ejercicios de Relajación.
g) Ejercicios para desarrollar la Agilidad Mental.
  1. Juegos:

    Se seleccionaron 20 Juegos los cuales van encaminados a desarrollar la concentración de la atención, precisión, coordinación, ritmo, poder de análisis, socialización así como eliminar o disminuir la agresividad y violencia.
  2. Actividades Musicales y Recreativas:

    Se utilizaron con el propósito de desarrollar el ritmo, la coordinación, la concentración de la atención, reconocimiento del esquema corporal y la expresión corporal entre otros aspectos.

    Las canciones seleccionadas fueron:
    • Los Perritos.
    • Mi Jardín Florido.
    • Pequeños Deportistas.
    • El Trencito.
    • Pequeños Pescadores.
    • Mi gallito.

4. Psicoterapia Individual


Se realizaron conversatorios y charlas con el objetivo de obtener información y modificar conductas por medio de la sugestión y racionalización.
  1. Orientación a padres y familiares sobre el manejo de sus hijos en lo que denominamos las ''Escuelas de Padres''.

    Se deben realizar 12 sesiones de tratamiento, siendo la primera una sesión abierta donde los padres manifiesten libremente las dificultades que tienen con sus hijos, tratando de detectar patrones de abandono, carencia afectiva, autoridad dividida, acontecimientos potencialmente traumáticos (conflictos familiares, divorcio), métodos educativos inadecuados de los padres y familiares, etc.

    En las sesiones siguientes se imparten charlas y conferencias a los padres con el objetivo de que tengan un mayor conocimiento sobre las características, causas y consecuencias de la Hiperactividad así como se debe trabajar en relación a las actitudes inadecuadas, ofertándose soluciones a algunos problemas individuales que puedan presentar los padres.

    En la última sesión se darán las conclusiones del tratamiento, donde se darán las categorías de Alta y Alta Mejorada, donde la primera se le otorga a los niños que hayan solucionado su problemática. La segunda categoría (Alta Mejorada) se otorgará en el caso de los alumnos que superen parte de la problemática pero no totalmente y por lo tanto deben incorporarse a un nuevo tratamiento.


Hiperactividad en los niños


"No siempre puedes controlar los que pasa fuera, pero sí puedes controlar siempre lo que pasa dentro".  Wayne W. Dyer

Entre un 3 y un 5% de los niños escolarizados son hiperactivos :

·     niños inquietos
·     impacientes
·     impulsivos
·     que no se centran en objetivos o finalidades concretas
·     que saltan de una cosa a otra
·     que no atienden a lo que se les dice
·     niños que no "oyen", no "obedecen", no "hacen caso".

  Aparece entre los dos y los seis años y comienza a remitir durante la adolescencia.
El problema real de los niños hiperactivos se plantea ante aquellas situaciones en las que se les exige control de los movimientos y mantenimiento de la atención.


Los síntomas definitorios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad son:

·     Actividad motora excesiva.
·     Falta de atención y de control de impulsos.
·     Se trata de niños desordenados, descuidados, que no prestan atención en clase.
·     Cambian continuamente de tarea y presentan una actividad permanente e incontrolada, sin que vaya dirigida a un determinado objetivo o fin.
·     Tienen dificultades para permanecer quietos o sentados.
·     Suelen responder precipitadamente, incluso antes de haber finalizado la formulación de las preguntas.
·     Además se muestran impacientes y no son capaces de esperar su turno en las actividades en las que participan más individuos.
·     Interrumpen las actividades o tareas de los compañeros y miembros de la familia.
·     Pueden fácilmente sufrir accidentes y caídas debido a que sus conductas reflejan una escasa conciencia del peligro.
·     Son desobedientes, parece que no oyen órdenes de los adultos y, por tanto, no cumplen con sus instrucciones.
·     Plantean problemas de disciplina por incumplir o saltarse las normas establecidas.
·     Su relación con los adultos se caracteriza por desinhibición, suelen tener problemas de relación social y pueden quedar aislados del grupo de iguales.
·     Asimismo, dan muestras de déficits cognitivos y son frecuentes los retrasos en habilidades motoras y del lenguaje, así como las conductas antisociales y la carencia de autoestima.
 

distintos momentos en la evolución de la enfermedad

Los indicadores de hiperactividad en los distintos momentos evolutivos son los siguientes:

De 0 a 2 años: Problemas en el ritmo del sueño y durante la comida, períodos cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia a los cuidados habituales, reactividad elevada a los estímulos auditivos e irritabilidad.

De 2 a 3 años: Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes.

De 4 a 5 años: Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas.

A partir de 6 años: Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar, comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.

Aproximadamente un 25% de los niños hiperactivos evolucionan positivamente, con cambios de conducta notables y sin que tengan dificultades especiales durante la adolescencia y la vida adulta.

Los niños que son hiperactivos en todos los ambientes tienen un peor pronóstico, porque sufren con más frecuencia las consecuencias negativas que sus comportamientos alterados provocan en la familia, colegio y grupo de amigos; de este modo, se vuelven más vulnerables y, por tanto, aumenta el riesgo de que desarrollen comportamientos antisociales. La coexistencia de conductas desafiantes, agresividad, negativismo e hiperactividad durante la infancia conlleva una evolución muy desfavorable, pues los problemas iniciales suelen agravarse en la adolescencia. En esta edad, el pronóstico incluye delincuencia, agresiones, deficiente rendimiento académico y, en general, una adaptación negativa.


  No todos los niños presentan las mismas conductas alteradas


Los niños hiperactivos constituyen un grupo muy heterogéneo. No todos presentan las mismas conductas alteradas. No coinciden en su frecuencia e importancia ni en las situaciones o ambientes en los que se muestran hiperactivos. Además, incluso difieren respecto al origen y posibles causas de sus problemas. Así, en la evaluación del niño hiperactivo intervienen varios profesionales, médicos (neurólogo, pediatra, psiquiatra), psicólogos y maestros, fundamentalmente buscando un criterio común para la puesta en marcha de la terapéutica a seguir.

La evaluación se concreta en las siguientes áreas:

·    Estado clínico del niño.

Este aspecto se ocupa de los comportamientos alterados y anomalías psicológicas que presenta actualmente.


·    Nivel intelectual y rendimiento académico.

Los informes que proporciona el colegio han de referirse a cómo es la conducta del niño y sus calificaciones académicas en el curso actual, y cómo han sido en años anteriores. En esta evaluación se tienen en cuenta tanto los aspectos positivos como los negativos.


·    Factores biológicos.

Se evaluarán mediante un examen físico exhaustivo para detectar posibles signos neurológicos, anomalías congénitas u otros síntomas orgánicos que resulten de interés.


·    Condiciones sociales y familiares.

Se analizan: nivel socioeconómico, comportamientos de los miembros de la familia, clima familiar, relaciones interpersonales, tamaño, calidad y ubicación de la vivienda familiar, normas educativas, disciplina, cumplimiento de normas y horarios, actitudes de los padres hacia los problemas infantiles, factores o acontecimientos desencadenantes de los conflictos.


·     Influencia del marco escolar.

La evaluación de este aspecto está justificada por el papel que desempeña la escuela tanto en la detección de las alteraciones infantiles como en el tratamiento posterior. El interés se centra en dos áreas: factores personales y organización estructural del centro. Respecto a los factores personales, se analizan las actitudes de los maestros cuando los alumnos violan la disciplina o incumplen las normas escolares, así como las pautas de conducta que estos profesionales adoptan cuando han de dirigir las clases; en definitiva, se trata de averiguar si son profesores autoritarios o flexibles. En cuanto a la organización del centro, interesa sobre todo los aspectos materiales y de funcionamiento, así como la ubicación del mismo y su estructura organizativa.


Además de los exámenes neurológicos que se apoyan en los datos proporcionados por el electroencefalograma y la cartografía cerebral, así como de la exploración pediátrica que insiste en ensayos de coordinación y persistencia de movimientos, la valoración de la hiperactividad se completa con una evaluación psicológica que tiene varios ejes: información proporcionada por adultos significativos para el niño (padres y profesores), informes del propio niño y observaciones que sobre su conducta realizan otras personas en el medio natural. 

Trastorno por déficit de atención


Los padres se preocupan mucho cuando reciben una carta de la escuela diciendo que el niño "no le presta atención a la maestra" o que "se porta mal en la clase". Una posible causa para este tipo de comportamiento es el trastorno por déficit de atención debido a la Hiperactividad.

El trastorno por déficit de atención (t.d.a.) es un padecimiento donde al niño le es difícil centrar su atención en un estímulo y concentrarse en él. Esto se manifiesta en su conducta que se observa desorganizada e impulsiva, y repercute en la familia y en la escuela. Este problema es mejor conocido como el niño hiperquinético o con disfunción cerebral "mínima", sin embargo puede existir o no hiperactividad (hiperquinesia) en el trastorno por déficit de atención; el término de disfunción cerebral mínima en la actualidad ya no es usado debido a la ambigüedad del término.

Las alteraciones son identificadas primero por el padre o profesor.

En las aulas, estos pequeños dan la impresión de que :
·     escuchan mal
·     están inquietos
·     trabajan de forma irregular y descuidada
·     en particular le son duras las tareas que requieren de una atención prolongada
·     tienen problemas en la relación con sus compañeros,
·     mala conducta
·     y pobre rendimiento escolar
  ..generalmente son los llamados "niños problema".

  Causas

Existen diversas teorías que intentan explicar el origen del trastorno por Déficit de Atención, algunos consideran que la causa se debe a una maduración retardada del sistema nervioso, o por haber alguna lesión cerebral, una variación genética, alteraciones metabólicas y/o emocionales.

Descripción del cuadro

Falta de atención:
·     con frecuencia no termina las cosas que empieza
·     a menudo parece no escuchar
·     se distrae con facilidad
·     tiene dificultades para concentrarse en tareas escolares
·     tienen problemas para seguir una actividad de juego.

Impulsividad:
·     suele actuar antes de pensar
·     cambia excesivamente de una actividad a otra
·     le es difícil organizar el trabajo
·     necesita de una supervisión muy constante
·     frecuentemente grita en clase
·     tiene dificultades para esperar su turno en juegos o situaciones de grupo.
Hiperactividad:
·     corre o se trepa por todos lados, excesivamente
·     tiene problemas para quedarse quieto o juguetea demasiado
·     le es difícil permanecer sentado
·     siempre anda desbocado o actúa como impulsado por un motor.


Diagnóstico:

El diagnóstico se realiza a través de varios elementos :
·     pruebas psicológicas
·     electroencefalogramas
·     y otras pruebas de laboratorio
por lo que el especialista integrará esta información para determinar la presencia -o no- del problema.


  Tratamiento

El principal objetivo que se pretende en el tratamiento de los niños con t.d.a. es el de ayudarlos a enfocar y conservar su atención, teniendo un mejor control de las respuestas impulsivas.

Existen diferentes tipos de tratamientos:

·     medicamentos
·     técnicas psicológicas (psicoeducativas).
·     retroalimentación biológica cerebral (neurofeedback)


La detección y elección del tratamiento deberá ser dirigido únicamente por un especialista.