La Biblia

La Biblia es la palabra de Dios, es el libro más amado y más odiado del mundo, un libro que trae la respuesta a todas nuestras preguntas y todos nuestros problemas. Nuestros niños en su gran mayoría no son enseñados a dar el uso correcto a la Biblia, ya que incluso los padres, no acostumbran usarle como se debe.

Los niños deben aprender que es la Biblia y como debo usarla, es algo muy importante en su desarrollo espiritual, ya que cada respuesta que necesiten está ahí, la Biblia es un libro escrito por hombres pero dictado por el Espíritu Santo, al ser la palabra de Dios es la ley que debe regir nuestras vidas.

Es importante que los niños reconozcan este libro no solo por ser un libro que debemos llevar a la iglesia, si no, que lo reconozcan por ser lo que Dios nos dejo para que aprendamos más de Él. Los niños sin importar la edad están listos para aprender acerca de este libro maravilloso, tomando en cuenta el nivel de aprendizaje que debe tener cada uno por su edad.

Hoy en día es común ver como aun adultos con años de estar dentro de las iglesias, no reconocen algunas generalidades de la palabra de Dios, como son idiomas, numero de libros, autores, divisiones y otros, pero con este tema lo que se quiere es lograr que los niños aprendan estas cosas, con el fin de que puedan más adelante tener un mayor control de este libro y poder con más facilidad estudiar su contenido.

Salvación

Todos los seres humanos somos pecadores, esa es nuestra naturaleza humana. Por esta razón es importante que los niños reconozcan que es el pecado y cómo hacer para tratar de evitar caer en el.

El pecado es todo lo que no le agrada a Dios y cuando hay pecado en nuestras vidas, debemos arrepentirnos de corazón y dejar de hacer lo que estemos haciendo, creyendo y confesando que Cristo es nuestro único salvador y reconociéndole como dueño y Señor de nuestras vidas.

Cristo murió por nosotros y nuestros pecados en la cruz, se sacrifico para que seamos salvos, debemos agradecer este gran gesto de amor y recibirle en nuestros corazones, creyendo que su sangre nos limpiara de todo pecado y que por medio de Él, podremos tener una vida nueva y dejar atrás todo lo que hayamos hecho.

Cuando le aceptamos en nuestros corazones, hay algunas cosas que debemos hacer como actos de obediencia, tales como: el bautismo que fue algo por lo que nuestro mismo Señor Jesús paso, la Cena del Señor, algo que está escrito que recordemos siempre, debemos dar un buen testimonio acerca de mi arrepentimiento para que otros niños puedan llegar también a los pies de Cristo, por medio del cambio que han visto en nuestras vidas, todo por gracia y misericordia de Dios.

Dios nos ama

A los niños es importante enseñarles acerca del amor que Dios tiene hacia ellos, desde el momento en que Dios creó al hombre y creo a cada uno de los niños en los vientres de sus madres hasta el momento donde debemos darle gracias por todo lo que nos da. Ellos deben entender que Dios saco tiempo para crearlo a cada uno, lo puso en el vientre de sus madres hasta que llegara el tiempo de que vinieran al mundo. Cada niño fue, es y será creado con un propósito de parte de Dios, y la idea es que cada niño siga ese propósito para el que fue creado.

Dios es un Dios bueno, nos ama y nos escucha, está dispuesto a darnos conforme nosotros le demos lo que El nos pide, por esta razón debemos siempre estar agradecidos por todo lo que nos da, cada minuto de nuestras vidas, debemos adorarle por lo grande que es y alabarle por todo lo que hace. Además debemos ser obedientes y aprender a escuchar su voz, para poder siempre hacer lo que nos manda a que hagamos.

Orar es simplemente hablar con Dios, y nadie puede decir que no lo sabe hacer, es como tener una conversación con otra persona, nada más que sería con el ser más importante del universo, Dios.

Cualidades de un niño cristiano

Toda persona cristiana, debe hacer la diferencia en el ambiente en el que se desenvuelve, ser luz en las tinieblas y dar testimonio a las personas que lo rodean, para llevar una verdadera semilla de amor y salvación. Los niños no escapan de este principio, es igual de importante para un niño marcar la diferencia, sin importar la edad que este tenga, los demás niños deberían ver a Dios reflejado en ellos.

Se han estudiado algunas cualidades que creemos que cada niño debe conocer y poner en práctica. Este tema es muy importante, por eso usted como maestro o maestra, debe estudiar a profundidad cada lección y darle a los niños lo mejor que pueda. Recuerde que, los niños son los herederos del Reino de los Cielos, además son importantes para Dios. Mateo 19:13, la gente llevaba los niños a Jesús, para que El orara por ellos y los discípulos los reprendieron, sin embargo Jesús salió en defensa de los niños y les dijo que El Reino de los cielos es para ellos, además puso su mano sobre ellos y los bendijo.

El objetivo principal del maestro cristiano es usar las mejores técnicas educativas para enseñar a los niños a ser buenos y exitosos ciudadanos, además usar la Biblia para enseñar a los niños. Un niño nunca es demasiado joven para no enseñarle la Palabra de Dios y ayudarle a pasar por los obstáculos que enfrentará en cada etapa de sus vidas. Si enseñamos bien a un niño acerca de Jesús, este puede mantenerse firme, lo que se debe hacer es que el niño conozca a Dios personalmente, que tenga su propia experiencia. Solo así será equipado para mantenerse firme ante las presiones del mundo y pueda sobrevivir. Nuestros niños son los futuros líderes, maestros, pastores, salmistas, evangelistas, etc. Sembremos una semilla fértil en sus corazones, para que cuando crezcan no se aparten, si no que recuerden cada palabra y puedan enfrentarse al mundo que los rodea agarrados de la mano de Dios.


En Proverbios 22:6, Dios nos dice “Instruye al niño en su camino, Y aún cuando fuere viejo no se apartará de El”. Nada de esto sucederá automáticamente. Debemos luchar por el alma de cada niño para que sea salvo en el Señor. Y para esto, debemos invertir oración, tiempo y esfuerzo en una enseñanza cristiana para los niños.


Los niños tienen toda una vida por delante, así que, ¿Qué clase de adultos y líderes queremos que sean nuestros niños?, somos nosotros los encargados de velar porque ellos sean adultos y líderes de bien.