Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los
discípulos reprendían a quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio
cuenta, se indignó y les dijo: "Dejen que los niños vengan a mí, y no se
lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les
aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna
manera entrará en él." Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo
las manos sobre ellos. Marcos 10:13-16 (NVI).
¿Cómo llegaron a la iglesia esta mañana? Me imagino que la mayoría de
ustedes vinieron con sus padres. Quizás otros vinieron con sus
abuelitos. Algunos niños pude ser que hayan venido con tías, tíos,
primos, hermanos o hermanas. Tal vez alguno haya venido con su maestra
de Escuela Bíblica o con un amigo o amiga. De una cosa estoy seguro: a
menos que vivas tan cerca de la iglesia que puedas venir caminando,
alguien tiene que traerte. ¿Alguno de ustedes tiene la edad necesaria
para guiar? Imaginé que no.
Creo que es fantástico que alguien tuviera el deseo
de traerte a la iglesia. Eso me indica que desean asegurarse de que
aprendas acerca de Jesús y de su amor por tí. Porque tú estás aquí hoy,
es posible que Jesús toque tu corazón y cambie tu vida.
Un día, Jesús estaba enseñando a sus discípulos y
una multitud le seguía para poder escuchar lo que estaba enseñando. Él
estaba hablando acerca del matrimonio y el divorcio y cuánto deseaba
Dios que tuvieran hogares felices.
Mientras Jesús enseñaba, las personas comenzaron a
traerle a sus hijos para que los tocara. Los discípulos se molestaron
cuando los niños interrumpieron a Jesús mientras enseñaba. Los
discípulos les dijeron a las personas que se llevaran a sus hijos.
Cuando Jesús vio lo que estaban haciendo, se molestó. “Dejad a los niños
venir a mí y no se los impidáis,” dijo Jesús, “porque de ellos es el
reino de los cielos.” Entonces Jesús tomó a los niños en sus brazos y
los bendijo.
Debemos siempre recordar que Jesús amaba a los
niños y los tomó en sus brazos amorosos. Estamos agradecidos por cada
uno de ustedes y de que alguien los ame lo suficiente para traerlos
aquí.
Querido Padre, amamos a los niños tal como Jesús
los amó y estamos agradecidos de que estos niños tengan a alguien que
los ame lo suficiente para traerlos aquí. En el nombre de Jesús oramos.
Amén.
tomado de: http://www.sermons4kids.com/mensajes_para_ninos.htm