Mostrando entradas con la etiqueta enseñar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta enseñar. Mostrar todas las entradas

martes, 28 de agosto de 2012

Enseñar a los hijos


“Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre”.
Proverbios 1.8

Por lo general, este versículo se les lee a los chicos cuando uno quiere que estos obedezcan a sus padres. El problema se suscita cuando el niño contesta “mi padre no me instruyó ni mi madre me dirigió”.

Por eso, como padres, necesitamos ser buenos ejemplos ya que no se puede enseñar lo que no se vive, porque esa enseñanza carece de autoridad espiritual y moral.

La educación financiera de un niño es importante para su futuro, pues, se dedique a lo que se dedique, tendrá que tratar con dinero, y el saber hacerlo o no le facilitará o le dificultará el desarrollo de su vida.

Los padres cumplimos un rol fundamental en este sentido, porque es una de nuestras responsabilidades y por lo general ni siquiera en los buenos colegios se enseña este tipo de cuestiones.

Es fundamental tener en cuenta lo siguiente:

Hacerlos participar de la economía familiar, que conozcan la realidad económica de la familia sin preocuparlos pero sin evadirlos, para que puedan madurar.
Deben entender que a veces se puede gastar y a veces no, y que otras tantas se deben sacrificar cosas como las vacaciones en pro de comprar, por ejemplo, la casa propia.

Permitir que se administren: darles para sus gastos y que aprendan a manejarse, incluso enseñándoles a hacer su propio presupuesto mensual de gastos.

Desafiarlos a tener metas, enseñarles a ahorrar y a sacrificarse por lo que desean, desarrollando en ellos un sentido de recompensa y no de gratificación.

Bendecirlos y no maldecirlos, enseñarles a diezmar y a ofrendar generosamente, ya que “es más bienaventurado dar que recibir”, y esto les permitirá prosperar económicamente.

Asistirlos en momentos clave: 2 Corintios 12.14 dice que “no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos”, esto significa proveer para el futuro de ellos y no serles carga.
También Proverbios 19.14 dice que “la casa y las riquezas son herencia de los padres, mas de Jehová la mujer prudente”, o sea, debemos dejar de preocuparnos por con quién se van a casar nuestros hijos y empezar a ocuparnos de con qué se van a casar, ya que de la persona se ocupa Jehová, pero de la casa y las riquezas nos debemos ocupar los padres.


Yo bendigo tu vida para que puedas instruir y dirigir a tus hijos conforme los principios de la Palabra de Dios; y puedas ser un verdadero ejemplo para ellos, bendiciendo de esta forma a las futuras generaciones.


por:  pastor daniel gonzalez,  http://www.iglesiadelcentro.org/

lunes, 2 de enero de 2012

Establecimiento de normas y límites

La responsabilidad en los niños depende de la capacidad de estos de entender y respetar las normas y límites. Por ello es necesario que al establecer normas y límites estos sean muy claros y razonables, que den seguridad al niño, al tiempo que le ofrezcan, en la medida de lo posible, alguna libertad de elección según su edad.
Las normas son necesarias porque sin normas no hay seguridad, ni equilibrio, ni estabilidad, ni inclusión, ni convivencia. Sin normas no hay sociedad, ni empresa, ni familia, ni colegio. A falta de reglas, el caos y la anarquía no tardan en ser una realidad.

Asimismo, es fundamental que el niño, sepa qué es exactamente lo que se espera de él en cada momento, por ejemplo, en el colegio o en casa. Esto le dará confianza y sabrá hacia dónde dirigir sus acciones.

No consiste en imponer a los niños todo un paquete de normas y límites que deberán acatar sin más. Conviene explicarles el porqué de la necesidad de las mismas, y enseñarles a respetarlas, para que las entiendan, las valoren y, sobretodo, las acepten.
Las normas y límites establecidos deberían cumplir unos requisitos básicos:

• Que sean sencillas y simples. Es imprescindible huir de lo complicado.

• Que sean justas.

• Que tengan un fin. Es decir, que el no cumplimiento de estas normas y límites conlleve unas consecuencias previsibles.

• Que se apliquen de forma coherente y en su momento con puntualidad.

• Que se puedan explicar, consensuar y negociar cuando sea el caso.

• Que se hagan respetar y se comprendan.

• Que estén acorde a las características particulares de cada niño y familia, por ejemplo, la edad, etapa de desarrollo y personalidad.

En la familia, la participación de los padres en el establecimiento de normas y límites, y la aplicación de ambos bajo el mismo criterio es importante para dar sentido y coherencia a la disciplina en casa y evitar que el niño se desoriente. Los niños deben conocer, aprender y respetar en su entorno familiar normas y límites que serán bastante similares a los que posteriormente encontrará en la sociedad en la que vive.

Trasmitir valores a los niños

"Consejos para transmitir valores a los niños"

Los valores son los principios que rigen el comportamiento humano y social. Los valores establecen una pauta para una buena convivencia social. Cada sociedad potencia sus propios valores a partir de unas normas no escritas que se inculcan a través de las relaciones sociales.

Algunos valores son: la solidaridad, la cooperación, la honestidad, la humildad, el trabajo, la familia, la tolerancia, el amor, la compasión, etc.

En estos últimos años llegan a los medios de comunicación actos violentos y vandálicos hechos por adultos y por adolescentes. Estas noticias ponen sobre la mesa la necesidad de enseñar y trasmitir valores a los niños desde la familia y el colegio en pro de una mejor convivencia:

• Los padres deben ser coherentes entre lo que dicen y lo que hacen. Por ejemplo, si se pretende potenciar los valores familiares y se le explica lo importante que es el amor y el apoyo familiar pero acto seguido se descuidan a los abuelos. El niño no recibirá el mensaje oral, sino el mensaje no verbal.

• Los niños deben ver en sus padres un reflejo de los valores que van a adquirir, de modo que el niño aprenderá la solidaridad de padres solidarios, el respeto de padres respetuosos, la honradez de padres honrados, etc.

• Conviene reforzar los valores, aunque se considere que el acto es normal se lo debe felicitar, de modo que se lo felicitará cuando coopere, cuando sea justo, cuando sea respetuoso, etc.

• Elegir cuidadosamente los libros, juguetes, videojuegos que se les compran a los niños. Actualmente existen multitud de libros y cuentos para todas las edades que refuerzan los distintos valores.

• Discutir los sucesos que pasan a su alrededor adaptándolos al nivel de comprensión del niño y aprovecharlos para que aprendan. Aprovechar los dibujos animados, los videojuegos, etc. que le gusten al niño para sacar moralejas. De todos ellos se puede sacar aprendizajes y valores.

Es básico que para transmitir valores a los niños, los adultos tengan incorporados estos valores y cada uno en la medida de sus posibilidades trabaje para potenciarlos, consiguiendo así, de forma inconsciente, que los niños aprendan a su vez nuevos valores adaptándolos en la sociedad a la que les toca vivir.