miércoles, 30 de noviembre de 2011

Reforzar una conducta




"Hay que prestar atención a las conductas positivas del niño de 6 a 12 años y elogiar sus esfuerzos"

Cuando un adulto está satisfecho de la conducta de un niño y decide premiarle, se le ocurre recompensarle con una chuchería, un juego o incluso con la realización de alguna actividad que está fuera de lo común. Pero cuando el adulto sonríe al niño, le presta atención y/o lo felicita también está reforzando y potenciando una conducta.

Distintas investigaciones han demostrado que se saca más partido y se obtienen mejores resultados prestando atención y haciéndole saber al niño que está haciendo bien las cosas o que se está orgulloso de su esfuerzo que prestando atención a los errores o a la no acción. Lo anterior no indica que no se le tenga que decir cuando lo hace mal, sino que hay que enseñarle cómo queremos que actúe.

Muchas veces la atención paterna y el elogio son el único premio que necesita un niño para lograr la motivación.

A menudo, los padres pasan por alto la importancia de utilizar el elogio y otros premios sociales tales como sonrisas y abrazos con los niños. Una de las razones es porque en ocasiones, los adultos piensan que los niños se deberían comportar adecuadamente sin la intervención de un adulto, y que el elogio solo se debería dar con un excelente comportamiento o un desempeño perfecto, y se olvidan de elogiar el esfuerzo o cuando los niños realizan sus actividades sin quejarse.

La falta de elogio y atención en los comportamientos adecuados puede llevar a aumentar el mal comportamiento simplemente por el hecho de no reforzar las conductas positivas. Un error inconsciente bastante común es atender a las cosas cuando son inadecuadas o van mal, y no a aquellas que son adecuadas.

Una conducta a la que se presta atención tiende a repetirse, aunque esta atención sea en forma de regañinas o castigos. Sin embargo, aquellas conductas que no reciben atención tienden a desaparecer, siempre y cuando no reciban algún tipo de recompensa por las mismas. Conviene analizar y reflexionar ante una conducta qué es lo que realmente se está reforzando y cambiarlo si es necesario.



Tomado de: http://www.baobabparents.com/padres/articulo

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