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lunes, 7 de octubre de 2013

Comprendiendo a los niños

El Ministerio de Niños es una responsabilidad sería, cada uno de sus niños es una persona por la cual Cristo dio su vida.  Debe enseñarles de la mejor forma posible.   Es importante comprender  a los niños, debemos comprender cada interés y cada necesidad de ellos si es que hemos de ser efectivos para enseñarles verdades espirituales.  De esta forma ellos verán la enseñanza de la Biblia como algo relevante en sus vidas.  Así que para el maestro cristiano la importancia de comprender a los niños es esencial.   Usted necesita saber como son ellos como personas y como ellos aprenden.  No solo se debe conocer la materia sino también a los niños.

Algunas ideas para como comprender mejor a los niños son:

.  Visitar sus hogares y saber algo respecto a sus familias.
.  Hablar individualmente.
.  Hacerles preguntas sobre sus intereses y temores.
.  Mirarlos con atención cuanto interactúan entre ellos.

Cada uno de estos puntos le puede ayudar a conocer algo sobre los niños.  Cuando visita sus hogares usted puede aprender mas acerca de sus familias, si son muchos o pocos, si son ricos o pobres.  Cuando habla individualmente con ellos para hacerles preguntas, usted puede descubrir sus intereses y miedos.  Al observarlos como se mezclan entre ellos usted puede ver cuales son los niños con confianza en si mismos y cuales con los tímidos, cuales son egoístas y cuales comparten, a cuales les gusta jugar en grupo o prefieren jugar por si solos.



Tres cosas que debemos comprender acerca de ellos:

1. Comprender el valor de los niños: A menudo miramos en menos a los niños, los consideramos menos importantes que los adultos.  Pero para Dios, el niño más pobre y sucio, tiene tanto valor como el rey más acaudalado, Jesús valoró a los niños tanto que dio su vida por ellos, por lo tanto, nosotros también deberíamos comprende su valor. 

Los niños son muy sensibles y les afecta profundamente nuestro trato hacia ellos.  Por lo tanto es muy importante que usted les muestre cuan valiosos son para usted, diciéndoles como Jesús los considera importantes, tratándoles con el mismo respecto que usted espera de ellos, haciéndoles saber cuanto usted los necesita y quiere y cultivando una relación de amor genuino y aceptación.  

Hay muchas formas por las cuales usted puede mostrarle a los niños que usted comprende su valor, por ejemplo, por el tipo de lenguaje que utiliza.  Como vimos. Debe hablarles con respeto.  Algunas veces no somos cuidadosos al elegir nuestras palabras, que muchas veces son dañinas para los niños.  Los maestros son personas que los niños respetan y admiran, démosle la oportunidad de seguir haciendo eso.

2.  Comprender las necesidades de los niños: Todo niño necesita un hogar, un hogar no es solo un edificio donde el niño recibe protección, ropa o comida, es mucho mas, un hogar debe proveer amor y seguridad.  Un niño que pierda esta seguridad en su hogar pronto muestra signos de inseguridad emocional.  Como maestros, no podemos proveer un hogar a los niños, esa es la responsabilidad de sus  padres.  Aquellos niños que vienen de hogares inseguros lo mostrarán en su comportamiento en la clase.

La seguridad no es meramente una condición física de estar a salvo de matones, es además la condición emocional de sentimientos de amor y seguridad en todas sus formas.  Este sentimiento de seguridad no depende del bienestar material sino de una atmósfera de amor, que se da en un hogar donde sus padres se interesan por el niño y lo disciplinan con sabiduría.

2. Comprender las características de los niños: El punto más importante para comprender las características de los niños es que están en una etapa formativa de sus vidas.  Cada niño esta desarrollando menta, física, emocional y espiritualmente.

 Con su mente el niño esta conociendo el mundo que lo rodea.
 Con su cuerpo esta aprendiendo a hacer cosas nuevas.
 Con sus emociones esta desarrollando gustos y actitudes.
 Con su espíritu esta desarrollando o no una relación con el Señor Jesucristo.

Mente, emociones, cuerpo y espíritu forman la personalidad de cada niño bajo su cuidado y cada uno de ellos es un individuo complejo.   Cada niño es un ser único y se desarrolla individualmente.  Cada área de su crecimiento afecta a las demás.  Por lo tanto no hay dos niños que sean iguales.  Ellos se diferencian en apariencia, en el color de los ojos, la piel y su personalidad.  Incluso en la misma familia dos niños pueden ser totalmente diferentes en  personalidad.



Incluso la posición en la familia puede hacer una diferencia.  A menudo el primer hijo puede ser más responsable, el del medio pude ser más inseguro y más joven mas feliz y sociable.  Además, los hombres desempeñan roles diferentes a las mujeres que se desarrollan en forma visible.

Son muchos los factores que afectan el desarrollo de los niños.  Al ir creciendo, cada uno tiende a reflejar diferentes características relacionadas con su edad.  En general podemos agrupar a los niños de acuerdo a su edad de la siguiente forma:

 4 a 6 años
 7 a 9 años
 10 a 12 años


Es importante que usted entienda todo lo posible sobre cada grupo de edad porque le permitirá relacionar la forma en que enseña a cada niño según su etapa correspondiente.  Siempre debe trabajar a favor de la etapa de desarrollo de los niños y no en contra.  Dios hizo a los niños como son.  Por lo tanto, no podemos quejarnos si los niños de 4 a 6 años no están siempre sentados, callados y quietos cuando el Señor los hace activos.

Algunos niños se desarrollan más rápidamente que otros.  Sin embargo, aun así los niños en cada grupo de edad tienen ciertos patr4ones de desarrollo físico, mental, emocional y espiritual que son diferentes a los niños de los otros grupos.  Es más fácil comprender y enfocar las necesidades de los niños cuando se enseña de acuerdo a su grupo de edad.  De esta manera usted pude acercarse más a ellos al conocer sus intereses particulares y sus problemas

lunes, 17 de junio de 2013

Desarrollar la autoestima en su hijo

Una autoestima sana es la armadura que protegerá a su hijo frente a los desafíos de la vida. Los niños que se sienten bien con ellos mismos son capaces de manejar mejor los conflictos y de resistir a las presiones negativas. Tienden a sonreír con mayor facilidad y a disfrutar de la vida. Estos niños son realistas y, por lo general, optimistas.
Por el contrario, para los niños con baja autoestima, los desafíos pueden ser fuentes importantes de ansiedad y frustración. Las personas que tienen una baja opinión de ellas mismas tienen dificultades para encontrar soluciones a los problemas. Si tienen pensamientos autocríticos como "no soy suficientemente bueno" o "no puedo hacer nada bien", pueden volverse pasivos, retraídos y deprimidos. Cuando tienen que hacer frente a un nuevo reto, su respuesta inmediata es "no puedo".
Aquí es donde usted puede desempeñar un papel importante para favorecer que su hijo tenga una autoestima sana.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es una serie de creencias o sentimientos hacia nosotros mismos, las percepciones que tenemos de nosotros. La manera como nos definimos influye en nuestras motivaciones, actitudes y comportamientos, e influye en nuestra respuesta emocional.
Los patrones de autoestima empiezan muy pronto en la vida. Por ejemplo, un niño pequeño que aprende a hacer algo nuevo experimenta un sentimiento de logro que refuerza la autoestima. Aprender a darse la vuelta después de un montón de intentos fallidos enseña a un bebé una actitud de "puedo hacerlo".
El concepto de éxito como consecuencia de la perseverancia empieza pronto. Cuando los niños intentan algo, fracasan, prueban de nuevo, fracasan otra vez y finalmente lo consiguen, se forman ideas sobre sus propias capacidades. Al mismo tiempo, están creando un concepto de ellos mismos basado en las interacciones con otras personas. Por eso, la implicación parental es fundamental para ayudar a los niños a formarse percepciones de ellos mismos sanas y verdaderas.
La autoestima también puede definirse como sentimientos de capacidad combinados con el sentimiento de ser amado. Un niño que es feliz cuando logra algo pero no se siente querido puede llegar a experimentar baja autoestima. De la misma manera, un niño que se siente amado pero que duda de sus capacidades puede también acabar sintiendo baja autoestima. Para desarrollar una autoestima sana, se necesita alcanzar un equilibrio correcto.